martes, 3 de febrero de 2009

El triunfo de los utópicos.


Si bien lo había visto algunas veces, diría que conocí a Micho un 3 de enero de 1997, prácticamente arriba de un micro sindical rumbo a Salta.
Unos meses atrás la casualidad lo había juntado con “el ave” en el cumpleaños de un tercer amigo en común. Se miraron a la cara, se reconocieron y casi exclamaron al unísono “vos estudias medicina en el clínicas”. Se pusieron a charlar durante toda la noche y de ahí salieron con un plan loco para recorrer el río Amazonas. Los dos eran estudiantes, ninguno trabajaba ni tenía dinero, no venían de familias acomodadas pero tenían la plena convicción de que lo iban a hacer. Yo me fui pensando en como les gustaba fantasear a esos dos.
En diciembre de 1996 descubrí que yo todavía no tenía planes para mis vacaciones. Para ese entonces Micho y el Ave junto a Herbie no solo tenían armado su travesía al amazonas sino que también habían incluido como parte del viaje cruzar Bolivia y Perú, hacer el camino del inca y conocer Machu Pichu. A último momento hable con el Ave y me enganche en esta primera parte del viaje descartando hacer el Amazonas. Tenía la fuerte y tonta convicción de tener que estar en febrero en Buenos Aires para estudiar y recibirme pronto de arquitecto.
Al día de hoy les agradezco el viaje que hice y me cuestiono ese tonto sentido del deber que me impidió conocer el Amazonas. Yo volví para estudiar pero igualmente tarde un año más en recibirme y ellos se quedaron un mes más atravesando la selva peruana a pie y recorriendo él Amazonas en barco.
Dos años más tarde, el mismo dúo dinámico estaba terminando la facultad. Fue cuando empezaron a hablar sobre irse un año a Alemania y hacer una concurrencia en un hospital. A las dificultades que yo ya había observado para el viaje anterior, se les sumaban un par más: No hablaban alemán y tampoco tenían pasaporte comunitario. Pese a ello, esta vez no desconfié tanto de que lo fuesen a lograr.
Y así fue, después de muchas salidas postergadas y varias fiestas de despedida, un día de febrero de 1999 me entere que finalmente habían partido. El ave volvió para la primavera, después de que su novia que había quedado en Buenos Aires lo fue a visitar en julio. Regreso tan enamorado que al mes le propuso casamiento y se casaron en enero de 2000.
Micho, volvió en noviembre. Ese fin de semana hizo un asado de reencuentro en el tigre y después de un copioso almuerzo y unas cuantas botellas de vino nos fuimos a caminar. Al rato me pasa el brazo por arriba del hombro y me dice en tono de lamento “no sabes, estoy re enamorado”. Cuando le pregunte como era la cosa me contó que se trataba de una chica de Sevilla que había conocido en Heidelberg, Alemania un mes antes y que estaba desesperado. Yo le dije algunas tontas palabras de compromiso como consuelo. Por supuesto, no le creí y me fui pensando “ya se le va a pasar”.
En febrero Micho decidió irse a vivir solo, no tenía trabajo porque todavía no había entrado en la residencia, pero se consiguió una changa como medico de ambulancia que le permitía subsistir alquilando algo con un amigo. Comían en los supermercados antes de la línea de cajas y así tiraban.
En marzo vino la primera sorpresa. Micho me contó Macarena, su novia sevillana, venía pronto de visita a la argentina. Y así fue, con veintiún años se saco un pasaje desde Alemania y sin contarle nada a los padres se vino quince días a la argentina.
Micho entro en la residencia y con los primeros sueldos aprovecho el ante último año de la convertibilidad para ir a visitarla. Y así fue ese año, ella viniendo y el yendo. Conoció a los padres de ella en Sevilla y en el 2001 Maca se instalo en Buenos Aires. Vivieron acá por tres años hasta que Micho termino su residencia.
El 30 de julio de 2004 me encontré contando esta historia en el ayuntamiento de Sevilla, a pedido de Maca, durante su boda. Allí viven hoy en día, tienen una nena hermosa y aunque los extraño me hace feliz pensar lo bien que están.
Al igual que ese 30 de Julio me alegra poder brindar por el mismo motivo, por los utópicos que se animan a realizar sus fantasías y que con su razón nos demuestran como nos equivocamos los pragmáticos.

21 comentarios:

Unknown dijo...

Me gustaron mucho las tres historias, comento en esta por ser la última. Me emocionó el relato, tal vez por conocer a los personajes o tal vez por ser un pragmático que a veces se reconoce en los errores del deber.
Me arrepentí, voy a ser prolijo y comentar las tres.
Un beso

Anónimo dijo...

Paracen historias que ocurren solo en cuentos de hadas o que le pasan a otros. Tambien me considero una chica un tanto pensante y estructurada, pero de solo recordar algunas muchas situaciones vividas donde me deje llevar por el deseo sin traba, puedo asegurarme que la pase realmente muy bien!!!!
Y no se arrepienta Demostenes siempre hay pasajes al amazona o donde el deseo tenga lugar.
Estimados lectores un abrazo.

Anónimo dijo...

que lindas historias que contas!!!yo en lo personal en este ultimo tiempo decidi jugarmela en cosas parecidas a lo que contas ...y realmente valieron la pena !!!!!la historia de tus abuelos me parecio hermosisisma, me hicistes recordar a los mios !!!un abrazo

Demóstenes dijo...

Gracias, Media Naranja. Siempre hay oportunidad de buscar lugares no visitados, lo dificil es volver a los 25!
Valeria, me alegro si mi historia te hizo pasar recordar gente querida.

Anónimo dijo...

Linda historia Demo, bien relatada. Ojo, tampoco me parece que ellos sean los super utópicos. Micho ya tenía su experiencia europea que le daba una idea de lo que podría ser un romance así, etc. Igual apostaron fuerte y que lindo que les salió.

Lamento que no te hayas animado al viaje en el Amazonas!!! eso si fue de pragmático. Yo siempre quise hacer ese viaje y no conseguí quórum

Demóstenes dijo...

Entre los amigos tenemos usamos el siguiente termino "michoplan". Y nos referimos justamente a un plan absolutamente carente de logistica pero que finalmente por obra del destino casi siempre se concreta.
Aun asi, los unicos que apostaron por ese romance fueron micho y maca. Para los demas era "imposhible".
El amazonas todavia esta stand by.

Anónimo dijo...

Visto así, entonces será un gran triunfo para los utópicos. Enhorabuena por ellos!

Esperemos entonces, ver aunque sea el 30% del amazonas sin talar

Anónimo dijo...

Demóstenes y Merengadas, no sería genial que puedan ir juntos al amazonas??? anímense a ser ustedes también espontáneos y creo que verán que las utopías a veces no son utópica. Si se van me avisan, tal vez me prenda. Exitos!!!

Anónimo dijo...

Demóstenes y Merengadas, no sería genial que puedan ir juntos al amazonas??? anímense a ser ustedes también espontáneos y creo que verán que las utopías a veces no son utópica. Si se van me avisan, tal vez me prenda. Exitos!!!

Demóstenes dijo...

Merengadas tiene mellizos a cuestas, para cuando sean independientes ya va a quedar un 10% del amazonas.
En cuanto a mi, creo que estoy un poco burgues para un viaje tan rustico.

Agustín dijo...

Loco, muy buena y emotiva historia. Me emocioné un montón. Me encantó. Pregunta: por qué si escribís esto tu blog dice que la nostalgia es una m...?
Yo me la pasé estudiando diez años de mi vida y si bien reconozco que aquel era el momento de ponerle garra para alcanzar el objetivo (recibirse), me doy cuenta que hubo que dejar varias cosas de lado.

Demóstenes dijo...

Agustin, gracias por tu comentario positivo.
A mi modo de ver, la nostalgia es un sentimiento "engañoso". Cuando sentis nostalgia te acordas de las cosas lindas y tendes a omitir aquellas que te hicieron sufrir. A mi me encanta recordar cosas de mi vida pero trato de que sean recuerdos completos para no terminar tropezando dos veces con la misma piedra.
Saludos

El inconsistente dijo...

Acabo de leer las historias. Y me puse triste

No por ellos, sino por los que siempre “nos quedamos” cumpliendo con un deber que ahora, a los tropezones, me animo a calificar de absurdo. Ese deber, es más bien un mandato familiar, una losa que aplasta nuestras cabezas y nos habla al oído cada vez que se nos ocurre una “locura” maravillosa como las que narraste con tu habitual soltura.

El único deber que deberíamos cumplir, el único compromiso que deberíamos asumir, es con nosotros mismos y con nuestra felicidad. Sé que suena egoísta, pero estoy así, en esta etapa. Estoy harto de tener que cumplir para no fallarle a alguien, mientras tanto, mi vida se va por un caño y se pasan los años sin cumplir ni uno de mis putos sueños.

Debería haber viajado más, debería haber cometido más locuras, debería haber sido algo más rebelde que llegar dado vuelta a la casa de mis padres un domingo a la mañana. La rebeldía no puede ser sólo eso.

Debería haber dicho cosas como:

No, no voy a trabajar de esta mierda, que me va a hacer perder tiempo, energías y me va a alejar de mi verdadero objetivo.

No me quedo, me voy a Europa, aunque no sé de qué carajo voy a vivir. Soy joven y puedo afrontar este desafío.

No, no voy a entregar mi vida al Estado para que me meta en un cuartel militar durante un año o más, para cumplir con una reglamentación ridícula y anacrónica. Que me vengan a buscar si quieren.

No, no voy a permitir que me ates a este trabajo y me cortes la posibilidad de escribir para otros medios de mucho más prestigio, sólo por el hecho de que “me necesitás acá”.

Debería haber dicho NO, en muchas más ocasiones. Debería haber estrellado mi puño en más escritorios, pateado más puertas.

Tengo 38 años y siento que fui un cobarde y un mediocre en demasiadas ocasiones. Y ahora estoy pagando por eso

Demóstenes dijo...

Inco, esta puta maquina me borro la respuesta, voy de vuelta.
Gracias por el largo y sentido comentario.
Te sugiero, si me lo permitis, que no tengas deudas-deberes-deberia- para con el pasado, eso siempre te va a atar. Y si podes, que des rienda suelta a tus deseos en el futuro que siempre llega en forma de presente y por eso cuesta darse cuenta de las cosas que nos estamos perdiendo.

El inconsistente dijo...

Gran verdad

"el futuro que siempre llega en forma de presente"

Gracias

Anónimo dijo...

Además Inco, si me lo permite, y retomando el hilo del relato de Demóstenes, el que se fue a Europa se fue con un objetivo. No fue "a ver que onda". Era difícil pero lo pudo hacer.

Lo que quiero decir con esto es que el tenía un objetivo, un deseo. Que para mí muchas veces es lo más difícil de encontrar: ESO que nos movilice. No todos lo encuentran y no sirve de mucho torturarse por eso.

También por otro lado es fácil putear a la distancia y con más sabiduría. Ahora a los 38 años es fácil decir "uy, no me roben un año de mi vida milicos de mierda", pero a los 18 no tenías la madurez para hacerlo, y está bien que así haya sido. Y para terminar este laaargo comentario te dejo con una parte de una letra de Miranda (si, vamos crucifiquenme)
Porque me di cuenta que tuvo sentido, haber recorrido lo que recorrí. Si al final de cuentas, el era mi recompensa que suerte que nunca me fui
¿Se entiende? besos

LuLú dijo...

Dicen que la suerte favorece a los valientes, capaz sea cierto

Anónimo dijo...

el mundo es de los osados y creo fervientemente en eso.
acabo de conocer a un muchacho que vive lejos de buenos aires, como saber si es oportuno ser osada y valiente, y cómo encontrar ese equilibrio entre anciedad del "ahora ya" y el "no mejor no, no tiene mucho sentido"....
en este momento siento que no se bien que hacer pero si hay algo que estoy segura es que el camino que se dibujara es el que tiene que ver como dice Merengadas, con mis propios deseos y todo saldrá a la perfección, independientemente si me mudo, se muda o aparece un nuevo amor.

Caroline dijo...

Tan bellas historias!
Aunque suene a filosofía de poster, creo que esa es la mejor manera de vivir.

Yo reaccioné hace poco, creo que no me perdí grandes cosas, pero sí viví un tiempo llena de miedos paralizantes. Ahora sólo queda disfrutar.

Todo es oportunidad. Y aprendizaje. =)

beso!

Demóstenes dijo...

Lulu, sobre todo a los valientes y afortunados
Media Naranja, Apueste fuerte por ese amor. Saque un abono de tren!
*Cara, Me alegro le hayan gustado los relatos, gracias por pasar por el blog.

Anónimo dijo...

excelente blog lucho, gracias por la buena onda y el aliento