domingo, 3 de agosto de 2008

Robolacas



Llevaba un rato dando vueltas en mi cama cuando de pronto escuche unas voces femeninas. Por mi cabeza circulo una apuesta imaginaria como una bolilla girando en una ruleta acerca del idioma que estaba escuchando. Enseguida la realidad me demostró que ese sonido era castellano y con acento típicamente porteño. Lo que hizo de este un hecho curioso fue que mi cama estaba en un Hostel en Berlín al cual había llegado con mi eterno compañero de viajes esa mañana. Un rato después estábamos todos hablando los cuatro con la típica confianza de argentinos que se encuentran de viaje.
A la mañana siguiente mi amigo y yo nos levantamos temprano y fuimos a desayunar. Luego, mientras yo lavaba ropa, el volvió muy contento. Había arreglado una cita con su “novia” polaca, Kasha, quien iba a venir esa noche desde Varsovia acompañada por una amiga, Agnesca. Fenómeno pensé. Un rato después supe que algo estaba mal, había algo que flotaba en el aire y lo empecé a percibir en el momento que nos encontramos con las chicas argentinas, Lorena y Cecilia, y estas de motu propio nos invitaron a salir esa misma noche y les contestamos que desgraciadamente ya teníamos planes y esa era nuestra última noche. No es que fuesen bonitas, ni tuviesen nada demasiado especial, pero hay algo en mi cabeza que suena cada vez que aparece una oportunidad que no se puede aprovechar. Una especie pensamiento mágico que me dice que lo que desperdicie en ese momento lo voy a lamentar mas adelante.
Preocupado por la cuestión me cambie y salimos a caminar por Berlín junto con mi compañero. Después de girar todo el día terminamos en una vinería de una española que se llamaba Aída. Nuestro plan era cenar en la casa del tío de la “novia” argentina de mi amigo y después salir con las polacas. Aída era muy simpática pero por sobre todos sus atributos tenia en escote muy prominente del cual era muy difícil apartar la vista. Después de degustar todo lo que nos dio y comprar una botella para llevar a la cena él se fue a bañar y yo me quede conversando con la española. En algún momento de la conversación salio el tema de la “novia” polaca y la “novia” argentina” de mi compañero y ella me respondió con su mejor acento “pues claro, por la forma que me miraba me di cuenta yo que ese chico es de los que tienen mas de una novia”.
Dice el manual del viajero ratón que si es gratis es bueno, así que sin chistar fuimos a cenar a la casa del tío argentino.
Después, muy puntualmente, nos retiramos para buscar a las kasha y Agnesca en la estación Alexander Platz.
Como eran polacas y no suizas llegaron más de una hora tarde. La “novia” era de altura normal, pelo entre castaño y rojizo y con una buena delantera. Agnesca era enormemente alta, de cara muy bonita y con unas tetas descomunales. Mi socio hizo el papel de noviecito con Kasha y me dejo a la polaca que vino del frió. La sensación era casi de estarla viendo por Internet, estaba ahí pero no había forma de tocarla.
Cruzamos la ciudad a la zona hasta llegar a la zona del Zoo. Salimos de underground en una calle llena de bares muy simpáticos y nos sentamos a tomar unas cervezas. Cuando les preguntamos que querían hacer, las vecinas de Varsovia respondieron para mi asombro que les gustaría ir a bailar salsa. Mire la cara de mi amigo y supe que la respuesta era en serio, no se trataba de un extraño caso humor eslavo ni de ninguna cosa que yo no comprendiese. Sencillamente querían bailar salsa. Nosotros no teníamos ganas de hacerlo y no sabíamos bien como resistirnos cuando ellas descubrieron con gran decepción que igual no podíamos ir. Tras haber examinado nuestros atuendos habían visto que estábamos en zapatillas. En Berlín se baila salsa en zapatos o no se baila salsa. En zapatillas no se puede pasar.
Creo que fruto de su decepción Agnesca decidió tirar su primera frase matadora. Hizo una insinuación de un pensamiento sobre los latinos, tiro la piedra y escondió la mano, entonces le insistí para que dijera lo que estaba pensando. Y lo dijo nomás “un latino, es un hombre que tiene muchas mujeres y les miente a todas”. Sencillamente lapidaria.
Al rato nos dirigimos a una discoteca en la cual admitían gente en zapatillas. No solo eso, también admitían gente vestida con ropa del tirol, disfrazados de astronautas o sencillamente travestís.
El lugar era muy extraño, tenia quince bares adentro que circundaban cuatro pistas, en cada una pasaban distinta música pero sin ningún tipo criterio u orden temático. Después de un tema tecno podía seguir uno punk, luego una balada y continuar con un rock & roll.
Nos sentamos en uno de los bares a un costado de la pista a seguir tomando cerveza en vasos gigantes. Y continué la conversación con la polaca los más amenamente posible pese a saber que la cosa no iba a ningún lado.
En un momento comenzó a sonar un tema de Sigue Sigue Sputnik, ellas se miraron entre si, dijeron al unísono “esta nos gusta” y saltaron a la pista a demostrar lo aprendido en la academia tropical de Varsovia. Si bien los pasos parecían ser técnicamente correctos para un lego en salsa, la gracia para ejecutarlos era propia de Robocop y la marcha tecno que sonaba de fondo poco me hacia recordar al caribe. Ver para creer, con eso me dije que no necesitaba nada mas esa noche y propuse la retirada. Pensé que al menos podría salvar un poco de sueño para el siguiente, pero me equivoque una vez más. Cuando llegamos a la estación de tren descubrimos que el “expreso de oriente” que regresaría a nuestras heroínas de la danza no salía hasta las seis de la mañana.
Faltaban dos horas y decidimos acompañarlas hasta que llegase el tren. Y ahí si, finalmente cogí algo. Un resfrío que me acompaño un par de días más.

9 comentarios:

www.RIKART.com dijo...

ja...es mas que evidente que tu sexto sentido...anda bien...para las proximas...habra que seguir eso...y no lo otro !!...muy bueno !

El inconsistente dijo...

Me encantan estas historias en el Viejo Continente, son muy divertidas.

Todavía me estoy riendo cuando me imagino a las polacas bailando salsa con Sigue Sigue Sputnik.

Genial

Muy bueno

Nippur de Lagash dijo...

;-))))))))))))))))))))))))

pero no le dijiste nunca a Agneska "dai me jestem pienkne buyi"

Que cruel su comentario, yo creo que tu amigo estaba simplemente buscando su destino. No tiene gracia tener muchas novias por el solo hecho de coleccionarlas.

El inconsistente dijo...

Bueno, Nippur, ese fue el leitmotiv de mi vida durante varios años

Nippur de Lagash dijo...

leitmotiv = buscar tu destino, coleccionar chicas o "dai me jestem pienkne buyi"
????

Demóstenes dijo...

Cruel fue la española, que no soporto que mi amigo le mire osada y descaradamente las tetas sin emitir comentario. Yo me reservo opinion porque evidentemente si hay un chico que tiene 2 novias hay dos chicas que aceptan 1/2 novio cada una. Aunque mas no sea por omisión.
Debo reconocer que mi polaco no es muy bueno y mas que "pivo" (cerveza) no se decir nada.
Y en cuanto lo que dice Rik con respecto a mi sexto sentido en relacion a las mujeres, me parece una total exageración. Con esfuerzo llego a un tercer o cuarto sentido.

Nippur de Lagash dijo...

la proxima vez que te cruces con kasha decile "dobre wietschur, che mogue rosmawiatsch s'agneska"
y podes agregarle "dai me jestem pienkne buyi"

Demóstenes dijo...

Pero Kasha no era "mi" chica, yo no le robo la polaca la polaca a naides!

Nippur de Lagash dijo...

es que si le decis eso, te va a decir adonde encontrar a Agneska.
Claro, podria ser que luego te de un besito.