sábado, 7 de junio de 2008

Obediencia debida

La inteligencia militar es una contradicción en los términos. (Groucho Marx)

La típica historia de me contó un amigo, que un amigo suyo, pero te juro que es posta…bueno, no se si es verdad, pero no creo que a nadie le importe.
El hecho es que el fulano en cuestión estaba haciendo la colimba durante duros tiempos de gobierno militar en Campo de Mayo. Parte de su entrenamiento en la feroz defensa de la patria consistía en: Pintar los arbolitos de blanco hasta un metro de altura. Defensa del verde vegetal frente a las hormigas u otras alimañas.
Si bien el tipo era un as del rifle al parecer no lo era con el pincel y el balde de pintura. No se sabe bien si fue su incipiente mal de parkinson o los nervios lo que le jugaron una mala pasada. El pobre sujeto terminó volcando una abundante cantidad de pintura sobre el asfalto.
Asustado trato de limpiarlo por todos los medios sin resultados. Semejante afrenta al orden público no podría implicar menos que unos cuantos fines de semana de arresto. La lucha fue despareja e infructuosa, no había forma de hacer retroceder a la pintura.
Desesperado, perdido por perdido, tomo una decisión a todo o nada. Decidió transformar la mancha en geometría. Tomo como base todo el ancho de la calzada y pinto un cuadrado blanco en el pavimento.
Al revisar su trabajo el sargento quedo conforme con el blanco en los troncos de los árboles. Si bien nunca había visto el cuadrado blanco en el pavimento, este no llamo su atención y nuestro protagonista no sufrió castigo alguno.
El año pasado por primera vez en mi vida, atravesé Campo de Mayo. Me maravillo la forestación, me sorprendió el tamaño de la instalación militar pero sobre todas las cosas no pude creer cuando me detuve frente a un cuadrado blanco recién pintado en el pavimento.
Me había bajado del auto para contemplarlo, cuando paso caminando por el lugar un señor canoso, de pelo corto, peinado con gomina y un bigote de tipo “anchoita” que por ignorancia castrense no pude identificar por su rango. Supongo sería capitán o mayor. No pude contenerme y le pregunte por el origen y sentido de aquella figura en el piso. Me contesto “No se que significa y tampoco desde cuando esta. Eso si, todos los años se lo pinta rigurosamente”.

Termino la con otra genialidad de Groucho “La justicia militar es a la justicia lo que la música militar es a la música.”

6 comentarios:

El inconsistente dijo...

Vos sab�s bien que esto no es verdad

Anónimo dijo...

Fotooosss!!! queremos fotoosss!!! muy buen relato che

musicapolemica dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Nippur de Lagash dijo...

nunca entendí como se supone que la pintura blanca protege a los árboles contra los bichos.
no habrá empezado de manera similar?

Cadete enviado a pintar de blanco los postes del alambrado cuelga el tacho de pintura en rama de arbol...
tacho es pesado, rama se rompe...
arbol se mancha...
cadete pinta árboles.

se me ocurre que muchas cosas pasan de esta manera... (gente repite como burro cosas que no sabe por que se hacen) se acuerdan de las botellas con agua atadas a los árboles en las veredas?

Demóstenes dijo...

Supuestamente la cal quemaria a las hormigas. Pero podriamos mandarlo a los cazadores de mitos!

Anónimo dijo...

Muy buen articulo, estoy casi 100% de acuerdo contigo :)